Los momentos difíciles son una extraordinaria oportunidad para alimentar la fe de verdad y la fe se puede entender como las dos primeras letras de la felicidad.


Todo te saldrá bien cuando tu fe sea mayor que tu duda.

Tú eres la fuerza de tu existencia, alimentar tu fe y olvidar tus dudas va a hacer que tengas acceso a la fuerza que te va a permitir transformar todo lo que nunca te gustó para convertirte en lo que siempre quisiste ser y eso te va a llevar de una manera inevitable a la felicidad que es y siempre será el objetivo final de toda la humanidad.

Pensar que no lo puedes lograr es lo único que te impide lograrlo, pensar que lo que pasa fuera de ti, lo que te hacen los demás, es lo que te impide ser feliz, no es más que el error que no te permite tus sueños alcanzar. El poder de la mente es tan grande que todo lo puede transformar, tus pensamientos cambian tu realidad a cada instante y tener consciencia de esta verdad es esencial para poder enderezar tu caminar.

Si alguien lleva toda la vida alimentando su duda tendrá que cultivar su fe hasta que ésta sea mayor y, entonces, todo va a cambiar. Ten fe pese a todo lo que te pase porque la fe que se interioriza en los momentos difíciles es la más poderosa y dura para siempre. Los momentos difíciles son una extraordinaria oportunidad para forjar tu fe y la fe se puede entender como las dos primeras letras de la felicidad.

Todos tenemos el poder de cambiar nuestra realidad, se trata simplemente de convertir tu fe en tu razón de ser, buscar el verdadero conocimiento para alejarte del exceso de información y de toda distracción que son las causas que no te permiten darte cuenta que si dejas de centrarte en el exterior para hacerlo en tu interior, si dejas de intentar corregir los errores de los demás para corregir los tuyos propios, la felicidad que tanto anhelaste la vas a alcanzar porque la estarás buscando de verdad y ten la total seguridad de que a ti te va a llegar porque todo ser humano merece una segunda oportunidad.