Vivo sin vivir en mi - 13/06/19
Muchas veces las personas creen estar viviendo momentos en los que no encuentran motivos para la alegría y creen que esta vida es cruel y nunca va a cambiar.
Cada persona es un mundo y todo es relativo, pero lo que está claro es que la vida tiene un sentido y quizás lo más díficil es entender cuál es, quizás sin eso es imposible ser feliz.
En la vida hay trampas, estamos en un momento de la historia donde los intereses económicos mueven el mundo. El marketing dirige la vida de la gente, juegan con el inconsciente de la gente para hacerles ver la felicidad en sitios donde no está ni estará jamás.
El conocimiento es poder y el poder es libertad. Quizás el gran problema es que en esta sociedad haya mucha gente leyendo durante muchos años libros equivocados de los que quizás han salido muchos supuestos expertos muy preparados y ello nos ha llevado a una sociedad llena de desesperados por ver que el paso de los años les hace olvidar sus sueños.
Cientos de años de expertos equivocados han hecho que en la sociedad haya miles de trampas con dardos envenenados que hacen que cada vez que intentamos los cambios que son necesarios para no tener más momentos desesperados en los que no entendemos ni el presente ni los pasados, sintamos como unos a otros nos frenamos sin saber que somos dirigidos por oscuros caprichos de seres desconocidos por la mayoría de los seres vivos.
Quizás la solución empieza por ser consciente que pensar que hay cosas imposibles de perdonar es la trampa en la que nos quieren atrapar y que para hallar hay que buscar de verdad y para que se no dé hay que pedir con sentir.
Quizás lo único que en realidad hay que saber es dónde buscar y a quién pedir y, quizás, cuando sepamos todos estos misterios la vida cambiará y descubriremos que es el verdadero amor la única opción para acabar con la desesperación y para volver a los tiempos en los que suene continuamente la canción de celebración de la constatación del amor del creador.