Filosofía y sanación

En el estudio de la filosofía se encuentra muchas veces la mejor manera de entender la vida.

Lao Tsé (China, siglo IV a. n. e.). Filósofo chino cuyo nombre significa "viejo maestro" nos dejó esta reflexión sobre la salud:

Darse cuenta de que nuestro conocimiento es ignorancia, es una noble comprensión interna. Considerar nuestra ignorancia como conocimiento es enfermedad mental. Sólo cuando nos cansamos de nuestra enfermedad, dejamos de estar enfermos. El sabio no está enfermo, por estar cansado de la enfermedad. Este es el secreto de la salud.


En la Atenas del siglo V a.C., Sócrates revolucionó las enseñanzas filosóficas y atrajo a un reducido pero selecto grupo de discípulos, con los que practicó un nuevo método de argumentación basado en el diálogo. Respecto a la salud nos dejó la siguiente reflexión:

"Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.“

Nietzsche (1844-1900) fue un notable y polémico filólogo y filósofo alemán. Cuestionó la escisión del cuerpo (soma) y la mente (psique) y reflexionó sobre la medicina y los médicos.

He aquí una de sus esperanzadas reflexiones:

“Espero aún que un médico filosófico (en el sentido excepcional de la primera palabra; a saber: que vaya tras el problema de la salud global de un pueblo, de una época, de una raza, del género humano) tenga alguna vez la valentía de llevar hasta el final mi sospecha y de atreverse a sentar este principio: de lo que se trataba hasta ahora en toda la filosofía no era en modo alguno de la «verdad», sino de otra cosa, digamos que de la salud, del futuro, del crecimiento, del poder, de la vida”.